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Democracia y educación

Para conmemorar el centenario del libro
Democracia y
educación: una introducción a la filosofía de la educación,
obra del filósofo, pedagogo y psicólogo estaduni
dense John Dewey, el Área Académica Política Edu-
cativa, Procesos Institucionales y Gestión, de la Universidad
Pedagógica Nacional (
upn
), organizó el simposio Democra
cia y educación, a 100 años.
Los investigadores del Cuerpo Académico Consolida
do Prácticas Institucionales y Constitución del Sujeto en
Educación, la Red de Sujetos y Prácticas Educativas
en Contextos Escolarizados y el Grupo de Estudios en Éti
ca, Ciudadanía y Educación, discutieron las aportaciones
de esta obra del pensamiento occidental, considerada como
una de las más importantes de la pedagogía del siglo
xx
.
Con la conferencia El concepto de vocación en Dewey,
Arturo Ballesteros Leiner, académico de la
upn
, destacó
que “es una obra clásica en la que se desarrolla una introduc
ción a la filosofía de la educación, y establece una serie de
argumentos para realizar una reflexión profunda acerca
de los fines y propósitos de la educación a la luz de los cami-
nos sociales que se comienzan a visualizar al inicio del siglo
xx
,
y que caracterizan a una sociedad más abierta en muchos
sentidos: la política, la organización social, la economía y,
por supuesto, la cultura”.
EDUCAR PARA LA DEMOCRACIA
De acuerdo con Ballesteros Leiner, Dewey se propone reflexio-
nar sobre la importancia de educar para la democracia y cómo
fomentar una educación vocacional que no someta a la juven
tud a las exigencias y normas del sistema presente.
“Para Dewey, una vocación debe ser una forma de acti
vidad continua que preste servicio a los demás y dedique
las capacidades personales a la obtención de resultados. Nos
dice que el proceso educativo debe contemplar un propósito
que vaya más allá de un sentido utilitarista de la educación,
en donde los resultados de dicho proceso beneficien al in-
dividuo y, sobre todo, a la sociedad organizada de manera
democrática.
“Una educación que reconoce el pleno significado inte-
lectual y social de una vocación, debería incluir la instruc
ción en el fondo histórico de las condiciones presentes, la
preparación científica para dar inteligencia e iniciativa en el
manejo de los materiales, y procedimientos de la producción
y un estudio de los factores económicos, cívicos y políticos
para poner al futuro obrero en contacto con los problemas
del día y con los diversos métodos propuestos para su per
feccionamiento.
“Sobre todo, deberían cultivar el poder de readaptación a
las condiciones cambiantes, de modo que los trabajadores
futuros no lleguen a quedar ciegamente sometidos al destino
que se les impone”, destacó el académico.

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